DESDE LA TRABAJADERA (UN HERMANO COSTALERO J.R.H.).

Ha llegado el momento, Madre
el momento de la despedida,
el momento que nunca quise,
pero que sabía que llegaría.

Ha llegado el momento, Madre
el momento de la despedida,
momento duro y amargo,
como la Amargura de tu vida.

Amargura de los Nazarenos,
de nuestra vida, timón, luz y guía.
Capitana de nuestros corazones
y dueña del alma mía.

Guiaste nuestros caminos, bajo esas
Trabajadoras de dolor, de risas y lágrimas.
Señalaste nuestros senderos, bajo esas
Trabajadoras de amor, sudor, pasión y
añoranza.

Amor el que nos diste.
Pasión la que sentimos y sentistes.
Y dolor y sudor por cada una de las penas
que TÚ sufristes.

Acércanos a tu Hijo, SEÑORA,
Acércanos al Nazareno bendito y maltratado,
al Nazareno con la Cruz al Hombro,
al Nazareno por nuestras culpas crucificado.

Ha llegado la hora Madre mía,
El momento de dejarte,
Te dejo, pero en buena compañía,
Te dejo con mis hermanos costaleros,
capataz y contraguías,
Indícales el camino bueno, el camino que
TU seguirías.

Este año me siento solo, Madre
desorientado y perdido,
buscando como encontrarte,
pero por más que lo intento, no lo consigo.

No me dejes Madre mía,
no me abandones a mi suerte,
no permitas que me muera
sin poder volver a verte.

Este año me siento solo, Madre
desamparado y sin vida,
al comprobar como llega el momento,
y yo sin la faja y la molía.

Este año me siento solo, Madre
sin esperanza y con la vista perdida,
no permitas que me quede solo,
acompáñame en mi despedida.

Un Hermano Costalero - J.R .H.

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