HDADES. DE PENITENCIA

HDADES. DE GLORIA

CONSEJO DE COFRADÍAS

SEMANA SANTA DE ROTA

MÚSICA PROCESIONAL

GALERIA DE FOTOS

ESPECIALES

VOCABULARIO COFRADE

'EL GUARDABRISAS'

ENLACES COFRADES

CRÉDITOS

 


 

ENTREVISTA REALIZADA AL RVDO. PADRE DON JUAN GONZÁLEZ LAGOMAZZINI - AÑO 2011.

(Párroco de la Iglesía Parroquial de Ntra. Sra. del Carmen).


El pasado martes 1 de marzo, la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen se llenó de fieles que querían acompañarle el día que se cumplía medio siglo del inicio de su labor pastoral en Rota. Representantes municipales, miembros de Hermandades y Cofradías de la Villa, profesores de Religión, catequistas, ex alumnos, ex compañeros de Instituto, feligreses de la parroquia y fieles en general asistieron a la celebración eucarística que tuvo lugar con motivo de esta celebración.

Hoy Rota Cofrade quiere rendirle una especial muestra de cariño conociendo un poco más a una persona que más reconocimiento ha recibido de entidades y asociaciones roteñas por su dilatada labor social, pastoral y humana (Hijo Adoptivo de la Villa de Rota, Roteñista Social, Urta de Oro, Calabaza de Oro, Volante de Oro, Premio ‘Astaroth’, Premio ‘Canario de Oro’, Cruz al Mérito Naval con distintivo blanco, Rotulación de una calle en el Complejo Turístico de Costa Ballena con el nombre ‘Pasaje Padre Juan González Lagomazzini’, además de tener el cariño y el respeto del pueblo de Rota, independientemente de su religión y creencias).


Defínase usted mismo brevemente.

Eso es muy difícil. Desde muy antiguo ya un filosofo griego decía “Nosce te ipsum” (Conócete a ti mismo), porque definirse a sí mismo es difícil; pero en fin, puedo decir de mí que estoy haciendo lo que me gusta. Soy una persona que acepte una vocación de la llamada de Dios, me hice sacerdote con todas las consecuencias. Dentro de esto, mi labor puede ser también por una parte fiel a mi vocación y por otra parte también errores porque todos los comentemos. Yo me considero una persona más, normal y que estoy cumpliendo con una misión.


¿Qué motivos le llevaron a ser sacerdote?

Yo era muy niño. Entré en el seminario con 12 años. La verdad es que me gustaba, pero lógicamente a esa edad no puede eso gustar con una claridad de ideas, sino lo propio de un niño de esa edad. Yo solía estar en el colegio de los hermanos de las Escuelas Cristianas de monaguillo, porque me gustaba ayudar en la misa y hasta que llego un momento en el que el director del colegio le dijo a mi madre si iba a ir al seminario o no, que era la oportunidad. Mi madre me lo dijo e inmediatamente dije que sí, pero hubo un detalle y es que mi madre se lo dijo a mi padre a los pocos minutos. Yo le dije a mi madre que se lo dijera pero sin que yo estuviera delante, pero no fue así, se lo dijo en la cena de ese mismo día. Esta fue la frase de mi madre hacia mi padre: “tu hijo se quiere ir al seminario”. La contestación de mi padre un hombre de campo, sin cultura fue la siguiente: “A mi no me gusta pero él que haga lo que él quiere”. Yo creo que un hombre rudo de campo, sin cultura me manifestó un respeto muy grande a mí como persona, y eso yo nunca lo he olvidado.

¿Cómo recuerda esos años en el seminario?

Con mucha alegría, el seminario como cualquier otro sitio existen momentos muy gratos y también como es normal momentos difíciles e ingratos. En fin, al cabo del tiempo solo recuerdo que me lo pasé muy bien y me agradaba mucho estar en el seminario.

La escasez de vocaciones sacerdotales y el descenso de sacerdotes, ¿cree usted que genera un descenso de la atención a las distintas parroquias y hermandades de nuestra diócesis?

Posiblemente con toda seguridad, porque las hermandades quieren una asistencia y una dedicación. Cuando hay sacerdotes suficientes la tienen, pero cuando faltan muchos sacerdotes como ocurre en esta diócesis no hay mucha atención a las hermandades.

Creo que la forma de reimpulsar las vocaciones depende de Dios. Pero cuando se trata de una sociedad muy cristiana pienso que el Señor se vuelva más ahí, pero cuando se trata de sociedad cuya envergadura es ir contra estos principios religiosos hay menos vocaciones porque eso no deja de ser un acicate para que la gente sientan la vocación.

¿Cómo fue su llegada a Rota?

Yo estaba destinado en Sevilla y hubo unas circunstancias que me obligaron a venir a la fuerza a Rota. Yo no quería venir. Pensaba que era una injusticia la que cometían, y así lo he hecho saber siempre. Vine por poco tiempo, porque el Cardenal me hablo de eso, que el quería que yo estuviera aquí en Rota y en Sevilla en la Parroquia de San Benito. Entonces, el se dio cuenta lo que ocurría y lo que pasaba que yo no era nadie realmente en esos tiempos y había otro por lo que querían quitarme de allí. No era nada de importante solamente eran celos, porque entre los sacerdotes también hay celos porque somos humanos también.

Entonces el Cardenal me dijo vete a Rota que vas a estar poco tiempo y yo te voy a sacar pronto de allí. De hecho el Cardenal vino a los pocos meses de estar yo aquí, cuando se celebro en Rota la misión de los Padres Redentoristas, que se hizo aquí un centro de misión en este patio. Cuando termino y el cardenal Bueno Monreal vino a clausura la misión, yo le dije que era una pena que había estado viniendo mucha gente a ese lugar, pero todo eso se va a acabar, porque esto es un caserón abandonado. Entonces él me comento: “Encárgate tu de que aquí se diga misas”, entonces empecé a decir misa aquí los domingos, cosa que no le agrado mucho al párroco D. Juan Luengo López, párroco de la Iglesia de la O. En realidad así fueron los inicios de esta Parroquia del Carmen.

Si es verdad que cuando llegue a Rota no estaba muy contento, pero yo me adapte fácilmente porque tengo un carácter muy abierto y hablaba con mucha gente y eso me facilito mucho mi adaptación.

¿Y el haber nacido en una ciudad tan cercana a Rota como es Sanlúcar de Barrameda no le alegro al conocer su destino en este pueblo?

No me preocupo en ese absoluto. Es más, a los pocos años se retiraba un párroco de Rota en la Parroquia donde yo me bauticé de Sanlúcar de Barrameda, donde yo cante mi primera misa y me confirme; la Parroquia de Santo Domingo. Y empezó la gente a coger firmas para que fuera yo, yo llame a algunos amigos míos de allí, para comunicarle que no quería ir, no es porque yo no quiera Sanlúcar, sino porque nadie es profeta en su tierra.

Su espíritu emprendedor y su tenacidad lograron convertir la antigua ‘Casa de la Cilla’ en un gran templo y moderno; quedando erigida la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen, convirtiéndose en párroco de la misma. Hablemos de sus años de sacerdocio. ¿Cómo han sido estos años vividos como párroco en la iglesia de Ntra. Sra. del Carmen?

En primer lugar, yo me metí un hueso muy duro en la boca, porque levantar una parroquia aquí costaba mucho dinero. Es verdad que el Cardenal cuando entró la primera vez aquí me dijo: “Hombre esto techamos el patio y ya tenemos iglesia”, yo le conteste que me iba a ahogar la iglesia. Él me argumentaba que eso era más barato. Contestándole yo que él no iba a pagar nada. Entonces el me dijo que hiciera lo que quisiera. Después de esto yo compre este local que estaba en ruinas, me ayudó José María Ruiz Mateos, también la Base Naval y la gente de aquí, que se volcó con la creación de esta Parroquia. La Base me dio sobre todo materiales que los emplee aquí y algunos que vendí.

Toda la parroquia actual era un local de 1500 metros cuadrados, y el patio no tenía techo. El pasillo de atrás hubo que quitarlo para darle amplitud a la Iglesia, aquellos era un corral y a los lados tenía dos naves grandes. Todo eso se tiró y la iglesia se hizo de planta. Lo único que se conserva es el patio que quise defenderlo porque quedaba la iglesia ahogada, ahora de esta forma queda un patio fenomenal y hermoso, donde la gente lo aprovecha para charlar.

¿Con qué momento se queda y cuál no le gustaría haber vivido al frente de esta parroquia?

En realidad estoy muy contento y satisfecho de haber hecho esto y de seguir aquí de párroco. He tenido como todos, momentos difíciles por cualquier problema o alguna equivocación, pero nunca me he arrepentido de estar aquí. Estoy contentísimo de haber venido a Rota. De hecho cuando vino de obispo a Jerez, D. Juan del Río Martín, a mi me lo presentaron antes de ser obispo, yo lo primero que hice fue pedirle un favor, le dije “Padre no me quite usted de Rota”, él tras esta petición, me la concedió.

¿Cómo ve en general a la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen?

La parroquia me gusta, lógicamente si le preguntas a un padre si quiere a su hijo, pues te dirá que sí. Yo la quiero muchísimo. Yo la concibo como algo mío, como hija mía. Siempre dentro la facilidad con que las personas nos equivocamos hay momentos mejores y peores.

Los grupos y feligreses también van bien, siempre dentro de la facilidad con que las personas nos equivocamos, hay momentos mejores y peores. Es lo normal en cualquier lado.

La construcción de la Parroquia del Carmen, crear una comunidad católica en Costa Ballena y ser el impulsor para construir el templo parroquial de ‘Ntra. Sra. del Rosario Coronada’, impulsar la creación de una Residencia de Ancianos en Rota, crear el primer centro de día para los mayores con el llamado ‘Salón del Abuelo’, organizar las primeras Cabalgatas de Reyes Magos en Rota, completar su labor evangelizadora como profesor de Religión en Colegios e Instituto, formar parte del primer Consejo Pastoral en Rota,… ¿Cree que hay algo que le ha faltado por hacer?

Tendrán que faltar muchas cosas, somos muy limitados, yo he hecho lo que creía oportuno, Por seguir un orden, lo primero que hice fue la cabalgata de los Reyes Magos, al año siguiente de haber llegado yo a Rota. Siempre he tenido mucha ilusión con los niños, me gustaban mucho por la ilusión que suponía para los pequeños. Entonces con dos americanos, uno era el comandante Sr. Fallom y el teniente Carlos Kuyklan, eran muy amigos míos, Carlos era el jefe de servicios especiales en la Base Naval de Rota, y Fallom era su superior. Entonces hablamos de una cabalgata de reyes magos que se aproximaba el mes de enero y claro eso suponía mucho dinero, ni ellos lo tenían, ni yo tampoco. Entonces Kuyklan, un hombre muy activo y me quería mucho, consiguió que la organización de la cabalgata de Reyes Magos de Jerez de la Frontera, pusiera a nuestra disposición todas las carrozas al día siguiente, salían el día 5 por la noche, se mandaron a unos conductores para que trajeran todas las carrozas para que saliera aquí a las 9 de la mañana.

Al segundo año faltaba ya Fallom, Carlos estaba todavía, entonces yo me fui a ver al jefe americano, le explique que venía para verlo porque el año anterior se hizo una cabalgata para los niños, el intérprete se lo explico un poco, yo le solicite que se hiciera igual que el año pasado. El me preguntó cómo se hizo el año pasado, es decir le informe que la hacíamos a medias, ellos ponían los regalos y yo los niños. Eso le calló en gracia y se hizo igual, se trajeron de Jerez.

Ya al tercer año, yo me atrevía a hacer carrozas, cuando llegaban las vacaciones de Navidad me metía en la parroquia con unos cuantos chavales del instituto, y empezamos a hacer carrozas, me preparaban las maderas en la base y así lo hicimos. Así fue. Los estuve haciendo durante 20 años. Lo que ocurre es que a los 20 años yo me cansé. Me cansé porque yo no pedía nada al Ayuntamiento, pero si le pedía que después de la cabalgata invitaran a los chavales que me ayudaban, a un almuerzo y me costaba la misma vida, ya me cansé y no lo hice más, sin embargo se gasta el Ayuntamiento bastante dinero en la Cabalgata.

Otra cosa también que se hizo fue lo siguiente: Yo veía a los ancianos tomando el sol y me daba pena, porque yo pensaba “Bueno ¿y los días de lluvia?”, porque ellos estaban por las plazas. Entonces se me ocurrió hacer un salón de día, que era lo que yo podía hacer, porque en Rota no había nada para los ancianos, nada, y en 24 horas se montó ahí el salón porque la gente se volcó, la gente quería eso. Aquí estuvo 20 años funcionando el salón del abuelo en esta Parroquia.

En realidad mi idea era hacer una residencia de ancianos, lo que ocurre que eso lo veía yo a más largo plazo. Ya cuando se hizo esto yo empecé a darle vueltas, incluso compramos un terreno, después el Ayuntamiento nos cambió ese terreno por la Residencia actual que estaba haciéndose, y estaba la estructura nada más, allí terminamos nosotros la residencia como quisimos. Esta residencia estuvo destinada para 16 ancianos, hoy en día es para 20, porque en un salón que había allí se construyeron dos habitaciones más. Hoy día son 20 ancianos los que hay allí recogidos, eso lo hizo Cáritas porque yo llevaba también la dirección de Cáritas, entidad que también la fundé yo. Eso fue a los meses de yo llegar a Rota. Aquí no existía Cáritas.

Hombre en general me faltan cosas que hacer, yo siempre he tenido la ilusión de algo que no es tan fácil, siempre he tenido en mente hacer un lugar donde poder recoger personas transeúntes y eso es muy complicado. Yo no podía eso. También pensé que se podía poner un teléfono de la esperanza, eso encontraría gente para atender, donde se localizaran las personas que duermen en la calle.

Lo más importante que se hizo al principio, es decir prácticamente lo primero que se hizo fue la Parroquia. Me ayudaron mucho en la Base Naval, los americanos y los españoles. La marina española me ayudó mucho, y los americanos con materiales, económicamente no daban dinero por lo que facilitaban materiales.

Es digno de destacar su dedicación a las Hermandades y Cofradías de Rota. Si en su ciudad natal fundó la Hermandad de los Estudiantes, durante su labor pastoral en Rota reorganizó la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Rota. Fue impulsor del Vía-Crucis del Lunes Santo, procesionando el Santísimo Cristo del Amor, al que posteriormente se le uniría el acompañamiento de Nuestra Señora de Esperanza. Igualmente impulsó la realización de la talla del Señor Resucitado, con el que se culminara la Semana Santa roteña. Ha pronunciado pregones en Sanlúcar de Barrameda, el XXXIII Pregón de la Semana Santa de Rota (1996); el Pregón de Ntra. Sra. del Rocío de Rota, el Pregón de la Romería de San Isidro Labrador de Rota y el II Pregón de la Esperanza de Rota (14 de diciembre de 2007). Ocupó el cargo de Delegado Episcopal de Hermandades y Cofradías de Rota por un período superior a dos décadas. ¿Cómo ve usted el momento actual de las cofradías roteñas, y que cambiaría de ellas?

Yo mentiría si dijera que no quiero las hermandades, yo quiero las hermandades, soy andaluz y eso es muy nuestro, la prueba esta que yo no era sacerdote y era seminarista y yo fundé la hermandad de los estudiantes de Sanlúcar, que se fundó un año que yo deje de ir al seminario al estar enfermo de una úlcera de estómago y tener que estar en reposo.

Antes de yo impulsar la salidas del Cristo del Amor ya era yo delegado de hermandades. El obispo D. Rafael Bellido hizo una visita pastoral aquí a Rota, y momentos antes hablo conmigo y le dije: “Quiero reunir a las hermandades en su parroquia”. Lógicamente debía haberlas reunido en la Parroquia de la O que era donde había más cofradías, porque para más inri, aquí no había ninguna entonces, no estaba ni la Hdad. del Rocío. La reunión que tuvo aquí el obispo con todas las hermandades me animaba mucho pero había un clamor general entre todos: ‘no tenían un sacerdote que las dirigiese y necesitaban personas que les ayudasen, les diese charlas, etc…’ Entonces el Obispo les informó a todos los hermanos mayores que se reunieran con sus juntas de gobiernos y decidiera qué sacerdotes querían elegir de Delegado de las Hermandades. Yo lógicamente no asistí a ninguna de las reuniones, ni tampoco ningún cura, y por unanimidad se votó que el Delegado fuera yo. Sólo hubo una persona, de una hermandad que dijo que no, lógicamente tendría sus razones. Posteriormente se informó al Obispo y él me nombró Delegado Episcopal de las Hermandades y Cofradías de Rota.

Yo he dedicado mucho tiempo mío a las hermandades y lo hacía con mucho cariño y mucho amor, porque quería y quiero mucho a las hermandades. Antes había alguna que otra charla. Yo puse charlas casi semanales, pero charlas de formación porque eso era lo que yo detectaba en las hermandades de Rota, nula la formación que tenían religiosa y de hermandades incluso. Es más, no conocían ni siquiera los estatutos, y ni acaso le interesaba. Yo, por ponerte un ejemplo, a la Hdad. Del Rocío le obligué a que todo el mundo tuviera sus estatutos, prácticamente se hicieron estatutos para todos. Básicamente, en las hermandades mi labor ha sido formación constantemente.

Después llegó el momento en el que el Obispo pensó retirarme de las hermandades para que me hiciera cargo de la Parroquia de Costa Ballena. Como es lógico no podía llevar todo para delante: llevaba cursillos prematrimoniales, Cáritas, Hermandades, y además me hacía cargo de la comunidad de feligreses de Costa Ballena. Entonces el Obispo tomó la decisión de apartarme tanto de Cáritas, de las Hermandades y los cursillos prematrimoniales, para dedicarme exclusivamente a Costa Ballena.
En cuanto a Costa Ballena, cuando se empezó a hablar de aquello yo que nadie se preocupaba del aspecto religioso. Allí se hablaba que iba a ver hoteles, bares, etc., pero no se contemplaba nada de iglesias. Yo me involucré porque no había nadie que lo hiciera. A mí nada más me correspondía por ser sacerdote, porque incluso no pertenece ni a mi parroquia si quiera. Conseguí el terreno, unos 1200 metros cuadrados, que entonces valía unos 25 millones de pesetas. Traté de implicar al obispo, y se lo comenté. En claro no me dijo nada, o quizás se le olvidaría. No lo sé. A los pocos meses voy otra vez y se lo digo. Él me dijo “Mira tú no te metas ahí, porque aquello es gente de mucho dinero”. Hombre yo le dije que también eran hijos de Dios. Él me dijo que no, que no me metiera en ese proyecto.

Después llegó el momento en el que D. Rafael tuvo que marchar, y como el vicario general era muy amigo y paisano y el secretario canciller lo mismo, los invite a Rota para que vieran esto. Lo vieron y a ellos les pareció bien, cosa que D. Rafael no hizo. Entonces ellos me comentaron que, como D. Rafael ya había presentado su dimisión por la edad, pues enseguida mandarían a otro obispo.

Cuando llegó el otro obispo de nuevo le informé de todo lo que allí había. Me dijo que quería verlo. Él vino, lo vio y le gustó. Tuvimos un almuerzo con el Delegado de la Junta de Andalucía, el Sr. Villegas, y entonces en la comida al final el obispo le dijo al Sr. Villegas: “Mire Sr. Villegas yo no tengo dinero para hacer una Parroquia aquí en Costa Ballena, pero puedo prestar servicios. Yo voy a nombrar un sacerdote, no de Rota, porque son ancianos y están cansados. Nombrare a uno que preste servicios aquí”. Yo vi lo más normal que fuera de Rota. Pero a los pocos días me llama y me pregunta si estoy dispuesto a continuar con lo de Costa Ballena. Yo le respondí que estaba dispuesto a lo que me mandase, que pudiera hacer la iglesia o no eso era otra cosa, pero que yo empezaría por ir a decir misa allí. Y ya de esa forma empezaría a construir Iglesia, pero Iglesia como reunión de fieles. Él me dio las gracias por aceptarlo. Me firmó el nombramiento inmediatamente a mi respuesta porque lo tenía preparado y me lo envió a la parroquia.

De esta forma empecé yo a dar misa allí todos los sábados y domingos y creando en el año 2000 comunidad de fe. Se empezó a dar misa al aire libre, se empezó en julio y ya en septiembre no se veía en aquel sitio. A la misa asistía el dueño del Hotel Colón, D. Bartolo Denaro y una vez se acercó a mí y me dijo: “Mi hotel está a su disposición para que pueda usted seguir dando misa allí”. En invierno la daba en el hotel y en verano al aire libre. Yo empecé allí con 15 ó 20 personas y, al cabo de los dos años había unas 1500 personas al aire libre. Era muy bonito y muy hermoso. Al cabo de los cinco años empecé a notar que había comunidad, porque empezaron a preocuparse por hacer algunas actividades.

De las hermandades si algo cambiaria, lo mismo que he dicho siempre, es que tienen que tener más formación. No hay formación ninguna. Hace poco tiempo tuve una reunión con una hermandad y empezaron con decirme que los curas no querían las hermandades, que en los estatutos indican la labor y obligación del director espiritual, y yo les dije: “Pero en los estatutos pone también que una de las cosas fundamentales de las hermandades es que sus miembros sean cristianos, y vivir como cristianos, y yo se que de aquí no va a misa nadie”. Entonces, ¿de qué nos interesa tener eso? Sigo pensando lo mismo. Yo luché mucho y todo era eso. Después cuando ya lo dejé se dejó de hacer eso y se hicieron muy pocas reuniones de formación.

¿Qué cree usted que le falta concretamente a las Hermandades de Rota?¿Y qué les sobra?

Les falta como ya he dicho formación y le sobra demasiada dedicación a lo externo, a los pasos, al lujo de las Hermandades. Incluso empiezo por lo mío, con lo que tenemos aquí, porque yo no quería nunca que fuese eso, pero como el obispo sin consultarme, me llama por teléfono el delegado del obispado, el día 6 de diciembre y me dice: “El obispo declara a la Asociación del Cristo del Amor, hermandad el próximo 8 de diciembre, día de la Inmaculada”. Es decir no había ni 48 horas entre la noticia y el nombramiento. Entonces ya me quitó a mí lo que yo tenía y llevaba tantos años organizado por mi y seguía yo mandando ahí en la organización del vía crucis del Lunes Santo.

Ya no es vía crucis, de hecho se han llevado 4 ó 5 años que ni siquiera salían de la Parroquia del Carmen. Y eso para mí fue una bofetada muy grande. Porque eso fue todo obra mía. Absolutamente todo. Ahora han dejado de salir de aquí. A mí me dolió mucho eso. Ahora yo sigo siendo director espiritual, pero nuestra misión está muy limitada en las Hermandades.

Y también el Resucitado también fue todo promovido por mí, porque yo veía que la Semana Santa de Rota no era ortodoxa porque Cristo no murió y se acabó todo. Cristo murió para resucitar, y la resurrección de Cristo faltaba en Rota. Había que hacerlo y se hizo, y de hecho se ha hecho una cosa buena.

¿Qué es lo que más le gusta de los cofrades de Rota? ¿Y lo que menos?

Se deduce prácticamente de lo que hemos hablado: la falta de formación que hay y dedicarse a todo lo externo y visible. Y lo que más me gusta es que siempre hay algunos que luchan y se sacrifican para que la hermandad salga. Si no hubiera esos pocos en las hermandades, no saldrían, sería complicado.

¿Está espiritualmente el cofrade hoy en día preparado?

No, yo no lo veo preparado, en general. Hay algunos que sí, pero en general no están preparados. Es que no viven en cristiano la mayoría y por eso nos critican tanto y a veces con razón. En una época como la que llevamos de dos años de tanta hambre, porque hay hambre, y las hermandades no son conscientes de esto, en general y eso es algo que nos debe afectar a todos los cristianos.

Hoy sabemos que la única entidad que ayuda a los pobres es la Iglesia. Yo me encontré hace poco tiempo a un señor de Rota que fue alumno mío en el instituto, que se hizo de comisiones obreras y cortó con la Iglesia. Me lo encontré y estuvimos charlando un rato y me dijo: “Yo ahora he cambiado mucho, los años me han hecho cambiar, y una de las cosas que me ha hecho cambiar es que la única entidad que ayuda a los pobres es la Iglesia”. Y yo lo digo muchas veces en las homilías, que cuántas veces ven la gente a los pobres pidiendo en las puertas de los Ayuntamientos. Nadie, nunca lo ha habido. ¿Y en los sindicatos? ¿Y en los partidos políticos? Pero en la iglesia siempre hay gente pidiendo. Y después de veintiún siglos, si no se le hubiera dado nunca nada, no vendrían o estarían acostumbrados a que aquí no diésemos nada. Yo siempre tengo ahí cosas para dar, comida, ropa, etc., mi despacho prefiero que esté así lleno de bolsas de comida y ropa, que todo muy arreglado y que no hubiera nada de eso.

¿Hay realmente fe en nuestras cofradías o simplemente folklore y tradición?

Esto es muy duro también decirlo, yo creo que habrá personas con fe, pero hay mucho folklore. Mucho. Eso lo sabe todo el mundo. A mí me da mucha pena, pero tengo que decir la verdad. Y a mí me han criticado mucho las hermandades. Desgraciadamente en general, tanto en Rota, en Jerez, Sevilla, El Puerto, Sanlúcar, en todas partes.

¿Qué posibilidades de futuro para participar activamente en nuestras cofradías ve en los jóvenes de nuestra población?

Yo sé que hay hermandades que están cultivando un poco al joven cofrade, pero necesitan más, porque hoy en día la juventud tiene bastantes más motivos de olvidarnos y de rechazarnos, porque la sociedad les presenta una vida muy bonita. En cambio, lo otro es de sacrificio y eso es duro. Pero se está tratando en las hermandades y hay jóvenes, porque hay personas que no aparecen nunca y en Semana Santa aparecen por la Hermandad.

Las efemérides cofrades como cincuentenarios, centenarios y aniversarios de la Hdad. etc. ¿Deben celebrarse con pasos en la calle? ¿Con obras sociales? ¿O ambas cosas?

Mira, yo pienso que eso es muy corriente celebrarlo. La imitación de Cristo, un libro del Padre Kempis, un libro de hace ya muchos años, de hecho yo ya en el seminario lo leía. Hay una frase en el libro que dice: “Algunos cuentan sus días, por el día en el que nació. Hay otros que lo cuentan por el día de su conversión”. Para eso tendríamos que convertirnos, si uno no está convertido, entonces mejor que no celebre nada. Por eso diría que hay que vivir más intensamente nuestra vida cristiana y sería muy importante también por lo que he dicho antes que las hermandades tendrían que vivir la necesidad de nuestros hermanos, porque hay hermanos de nuestras hermandades que pasan hambre y los hermanos no se han enterado. Eso es muy grave. Es señal de que no hay hermandad. Porque si hubiera hermandad sabría que tu hermano está pasando hambre y, si no lo sabes, pues mal asunto.

Realmente no es necesaria una salida extraordinaria para un aniversario. Hombre, si se llena otra necesidad antes, pues sí.

Hemos hablado que en general las hermandades le quedan mucho que hacer en la Iglesia. Estamos hablando que realmente una hermandad es Iglesia. ¿Qué me diría usted de las infinidades de obras sociales que hacen muchas hermandades como hospitales, orfanatos, centros de estimulación, centros de acogida etc.?

Yo creo que si le queda mucho que hacer en la Iglesia. Creo que las hermandades están fuera de la Iglesia. En realidad una hermandad es Iglesia pero en este caso teórico. Respecto a las obras sociales, me parece maravilloso, lo sé, conozco en Sevilla lo que hacen muchas. Aquí por ejemplo la Hdad. del Rocío me trae para el triduo alimentos para los pobres, pero claro tú ves eso y después ves la cantidad de alimentos que llevan ellos para el Rocío en la romería, es que se te cae la cara de vergüenza. Que yo lo digo. Lógicamente entiendo que ellos van allí y tienen que comer cuando van. Pero si hubiera por lo menos el 10% de lo que ellos gastan para los demás. Realmente se da una insignificancia con respecto a lo que se gasta.

En el aspecto económico exactamente igual, este año el triduo del Rocío, por ejemplo, cuando se ha pedido en la colecta, sólo el primer día había un billete de 5 €, lo demás todo eran monedas pequeñas de céntimos de euros. Eso es insignificante. Sí es verdad que hay muchas hermandades que cada vez dedican más a la Iglesia. No podríamos decir que están fuera de la Iglesia, pero si es cierto que no viven el espíritu eclesial. Aquí por ejemplo en Rota, la Veracruz, el Santo Entierro y los Dolores siempre me traen cosas para los pobres, pero eso no se hacía hace cinco años. Ahora se hace. Yo he luchado mucho porque se trabaje en las hermandades así. Hay que luchar pero uno se queda siempre sólo, lo importante es que haya gente que te ayude.

Tiene la oportunidad de poder llegar a los feligreses y a todos los cofrades que han disfrutado de su presencia durante tantos años, ¿Qué les diría?

La solución de todos los problemas del mundo está en la Iglesia, en el Amor. Que procuremos amarnos, que es lo importante, porque el que ama no se lo come todo, lo reparte con el que no tiene, teniendo en cuenta por supuesto que somos hermandades y también somos feligreses.

Un deseo para la Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen y para las cofradías roteñas.

Que sigan ilusionados, pero que cada vez se vayan formando más, porque solución tiene todo, porque el hombre tiene medios más que suficientes para ser discípulos de Cristo; y ser discípulos de Cristo te da la opción de pertenecer a la hermandad, a la parroquia y poder compartir con los hermanos.

Un mensaje para Rota Cofrade.

Yo me alegro, porque esta página web es un medio más para llegar al cofrade y, por lo tanto, puede ser un medio de hacerles ver la necesidad que tenemos de ser verdaderamente Iglesia. Creo que es una buena labor la que estáis haciendo.

Desde Rota Cofrade agradecemos la colaboración y predisposición del párroco Don Juan González en el tiempo dedicado a la realización de esta entrevista.


Queda totalmente prohibida la reproducción integra del texto sin el consentimiento del autor,
así como la utilización de los datos o párrafos del mismo sin citar la procedencia y autoría.

El Equipo de Rota Cofrade no se responsabiliza de las opiniones vertidas en estos artículos.