Podríamos definir la palabra cera como aquella sustancia sólida fundible y combustible que segregan las abejas, con la que se hacen velas. Uno de los elementos más importante en una cofradía es la buena calidad de la cera, ya que sirve de alumbrado y exorno.
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En la Iglesia Católica se bendicen las velas el día de la Candelaria. También la noche del sábado anterior al domingo de Pascua de Resurrección se bendice el Cirio Pascual, que se encenderá todo el año durante el ritual de la Santa Misa y otras ceremonias de su liturgia.
La palabra vela o cirio, procede del latín (candere) y su significado es brillar. Desde el tiempo de nuestros antepasados los romanos y los griegos han utilizado medios de iluminación para el interior de la casas y posteriormente se están consumiendo incluso dentro de los santuarios y templos y en casi todas las ceremonias de cultos y rituales de prácticamente todas las religiones tanto orientales como occidentales. Desde el siglo IV, las velas han sido un medio de ofrenda a Dios, a las Vírgenes y a los santos en acción de gracias o para pedir un favor.
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En consonancia con lo anteriormente expuesto, podemos definir la palabra cirio como aquella vela cofrade de cera que porta el nazareno o penitente en su sección. El cirio o vela cambia de color según los títulos que posean las cofradías, siendo por ejemplo rojo las secciones o tramos de penitentes o nazarenos del Cristo en aquellas hermandades que posean el título de Sacramental. Otros colores utilizados para distinguir el carácter de la cofradía son el marfil, miel, verde, azul, morada, negra (llamada color tinieblas) o blanca simplemente.
Los cirios o velas que portan los penitentes o nazarenos de las secciones o tramos que acompañan a la Virgen son de color blanco, en señal de pureza.
Cualquiera de las calidades que se indican a continuación es idónea para este uso, si bien escoger una u otra debe depender de la duración de la procesión en que vaya a ser utilizada, y del valor de su entorno.
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Para guardabrisas, en donde el tamaño de las velas suele ser pequeño, son aconsejables las clases Máxima, Pasos, Pura y Virgen; para candelabros de cola son recomendables las clases Pura y Virgen, porque su duración es mayor y no supone un coste especialmente extraordinario.
CERA VIRGEN DE ABEJA: Su composición es únicamente Cera de los panales de las Abejas, extraída por prensado al vapor y blanqueada por el tradicional método de asoleo, procesos totalmente ecológicos que le permiten mantener "Virgen" todas sus excelentes propiedades, entre otras, el poder fabricar velas sin tener necesidad de añadir ningún otro compuesto. Sus características son, tener un agradable aroma natural, extrema duración en su combustión, así como que los escasos humos blancos que pueda emitir no deterioran policromía de imágenes ni bordados de palios o mantos.
CERA PURA DE ABEJA: Se diferencia de la Cera Virgen en el método de blanqueo. No obstante puede mejorarse su ya de por sí elevada calidad, incorporando cera virgen a su composición. De agradable aroma, y cuya larga combustión no deteriora policromías de Imágenes ni enseres del paso, al ser un producto natural.
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ESPECIAL DE PASOS: Su mayoritaria composición en Cera de Abeja le permite mantener un comportamiento similar a las clases superiores por lo que su utilización en Palios es absolutamente recomendable. Prácticamente sin producir humo, por lo que cuida y mucho del valioso entorno.
MÁXIMA: Su nombre procede de la legislación Católica, cuando ésta obligaba a que las misas debían celebrarse con velas en cuya composición debiera haber una "Máxima cantidad de Cera de Abeja". Esta máxima composición en cera de abeja le confiere una gran calidad. Su uso más extendido es para hachones y candelerías de pasos de palio, por su larga duración, nula emisión de humos y excelente comportamiento.
NOTABLE: Es la más consumida por regla general. Su notable composición en Cera de Abeja, conforme a las normas eclesiales, le permite mantener una combustión lenta y duradera. Su utilización es muy versátil, tanto para Cirios de Nazareno, sobre todo en cofradías con larga estación de penitencia, como para candelerías de pasos, así como una generalizada utilización por parte del clero durante celebraciones de misas y cultos.
EXPOSICIÓN: Su nombre procede de las velas que antiguamente se encendían durante la exposición del Santísimo. Tiene una perfecta combustión.
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VELAS RIZADAS: Bellas y delicadas, con gran proliferación y densidad de flores, campanillas, rosas, claveles... todas de cera, que cuidadosamente han sido engarzadas por el artesano que las trabaja. Existen unos tamaños estándares de 55, 80 y 115 cms., si bien pueden adaptarse a las necesidades de la cofradía.
Estudio realizado por el cofrade roteño.
Juan Jesús Rodríguez Ruiz - Herrera
Contenidos actualizados a 13 de julio de 2013
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